martes, 29 de septiembre de 2015

Ser ahorrador

Siempre me gusta tener las reflexiones un poco pensadas antes de plasmarlas en el blog, haberme repetido mil veces en la cabeza lo que quiero contar o transmitir, especialmente si son reflexiones, ya que otras secciones si que a veces son más espontáneas, pero en esta ocasión se me acaba de ocurrir este tema, y por si se me olvida o lo retraso más días, me lanzo a la piscina, jaja.

Yo en lo personal no me considero un derrochador, alguien que por impulso en cuanto tiene algo de dinero lo gasta, siempre me ha dado cierto reparo gastar el dinero que ahorro, al menos cuando es para mí. Como es de sobra conocido mis aficiones son el manga y los videojuegos, por lo que mis gastos esporádicos están orientados a esa temática, pero tampoco supone una cifra desmesurada, ya que en el caso de los comics el gasto aproximado en la actualidad es de unos 16 euros cada 4 meses, si no es más tiempo, y en los videojuegos se reduce aún más porque la mayoría, por no decir todo mi catálogo actual, han sido regalos de cumpleaños o de navidades.

Por desgracia hasta la fecha no he encontrado un trabajo estable, apenas unos meses de verano hace unos años, y ahora un par más, por lo que esos ingresos han sido de forma muy esporádica, impidiéndome aún siquiera plantearme en buscar piso, lo que tiene el beneficio que los ingresos de esos meses de trabajo no se van en ese tipo de gastos derivados. En mi afán ahorrador, no me he dado ningún tipo de capricho con esos ahorros, simplemente los ya mencionados anteriormente, pero no uno de una cuantía considerable, y eso que por ganas y caprichitos no serán, y cuando me lo planteo realmente hacer ese gasto me angustio y pienso que mejor ahorrarlo para el futuro. Tampoco es que a pesar de esta actitud tenga unos ahorros descomunales, supongo que también por eso me da más reparo tirar de ellos, salvo para regalos, que en eso si que la inversión es algo más elevada, sobre todo si he podido trabajar ese mismo año, pero para cosas para mi esa vocecita interior me impide darme un capricho "caro".

Y en estos días estoy teniendo esta encrucijada moral, de ahí que me haya venido a la mente esta reflexión, por si a alguien más le pasa, que sepa que no está solo, lo de raro ya no digo nada, ya que yo si que me lo considero, jajaja. Aunque a pesar de este pensamiento, hoy es la primera vez que he pensado en todo eso, y mi último pensamiento ha sido "¿soy ahorrador, o gilipollas?". Y sí, así tal cual lo pensé, en ese mismo instante es en el que decidí escribir en el blog. No es que por pensar eso haya comprado nada, al menos por el momento no, pero me ha resultado tan extraño pensar así,que no digo que sea ni bueno ni malo, sólo algo fuera de lo normal en mi razonamiento. Tampoco es que me haya dado más o menos motivos para esa epifanía, simplemente el hecho contrastado de que no me he dado ningún capricho cuando he tenido la ocasión y los fondos para hacerlo.

Y acaba esta breve reflexión, sin ahondar mucho en el tema realmente, supongo que el hecho de no haberlo pensado previamente ha influido, pero lo básico yo creo que ha quedado claro, espero no ser el único con estos remordimientos, jaja.


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